El despertar de la clase trabajadora

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El presente escrito, desde nuestra Organización Sindical, surge de un sentimiento esperanzador en el marco de un Gobierno Progresista, que ha anunciado su firme respaldo a la clase trabajadora sindicalizada. Surge también de la necesidad de recuperar para nuestra institución una política de Trabajo Digno y Decente, en nuestro constante propósito por el mejoramiento de las condiciones laborales de nuestras(os) compañeras(os) docentes y personal administrativo. Este Gobierno del Cambio, le apuesta a caminar hacia unas condiciones de trabajo estable y contratación digna de las(os) trabajadoras(es) de las IES e ITTUS como empleadas(os) públicas(os). Es un panorama nacional, donde se encuentran SINTRAUNICOL, ASPU, FECODE, las Centrales Obreras, las organizaciones sindicales nacionales e internacionales de trabajadores; de tal forma que las propuestas en esa dirección, sean incluidas en los futuros pliegos de peticiones y terminemos con el estigma que hemos padecido desde hace décadas, las(os) trabajadoras(es) que nos atrevemos a ingresar a una organización sindical, siendo discriminados y señalados. Es una deuda histórica con la clase trabajadora, estamento, que ha sufrido un proceso largo de pauperización y desigualdad social. El Estallido social y las movilizaciones no sólo de jóvenes, sino también de las(os) trabajadoras(es) sindicalizados, tuvieron un efecto importante para nuestro país, con un Gobierno del Cambio y en el despertar de la clase trabajadora para recuperar condiciones de trabajo dignas y decentes.

Ahora bien, la OIT define el trabajo digno y decente como: “aquél en el que se respeta plenamente la dignidad humana del trabajador”. Asimismo, la Constitución Política de Colombia, en su artículo 25, reza: “Toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas; el trabajo es un derecho y una obligación social y goza en todas sus modalidades, de la especial protección del Estado”. En consonancia con lo anterior, el PND hace referencia a los nuevos modelos de trabajo que Colombia debe ir dejando atrás: los estacionales, por horas/tiempo parcial, o por temporadas” y enfatiza que “el trabajo digno permite el desarrollo de las propias capacidades, incluyendo el diálogo social, respetando los principios y derechos laborales fundamentales, el trabajo decente para todos(as) como base del desarrollo sostenible”.